Actuar de
forma positiva bajo un precepto espiritual en pro del bienestar del
planeta requiere unir fuerzas, sin tomar en cuenta nuestros ideales políticos,
religiosos y económicos, razas y condición social que nos han marcado y
dividido por siglos, pero pasamos la vida en la búsqueda de nuestros propios beneficios
dejando consecuencias que contribuyen a nuestra propia destrucción: Devastación
de biodiversidad, desequilibrio ecológico, incremento del calentamiento global,
exagerado consumo de productos en envases altamente desechables y otros.
Considero que es hora de cambiar ésta mentalidad y de asumir un
compromiso personal por nuestra calidad de vida y de las futuras generaciones.
Proceder de
ésta manera es fomentar la espiritualidad ecológica, es decir, contemplar
el mundo con reverencia y manteniendo viva la creencia de un ser supremo
(Dios), que aglutina el poder de la vida y su creación, por tanto podemos
pensar que la Ecología
es una Ciencia que nos une a todos y por ende el proyecto de religión
universal de esta época. Señala Marcial Barrios: “La espiritualidad ha
fortalecido las mentes y las acciones de muchos líderes, Mahatma Gandhi
demostró al mundo que un líder ponía por encima de los deseos de poder
sus principios espirituales”.
Sin embargo
Nosotros que tenemos grandes potenciales con una magnifica esencia
espiritual limitamos nuestras acciones, en vez de emprender el trabajo en
equipo que empuje al desarrollo sustentable en la dirección al
respeto a la vida, mediante la educación y la propagación del pensamiento de
igualdad y fraternidad.