Hace tiempo que los temas ambientales han dejado de ser asuntos
exclusivos a la naturaleza silvestre. En otras palabras, ya no están limitados
a considerar la preservación de especies animales y vegetales en peligro, o a
la gestión de áreas naturales protegidas.
El ambiente es un concepto mucho más amplio y complejo. Se puede definir
de muchas maneras, pero en todas ellas debe estar planteada la idea de
totalidad y tal como lo planteó Ángel
Maya, en 1992. El ambiente no
consiste exclusivamente en el medio que nos rodea y la suma de las especies o
las poblaciones biológicas en él contenidas. El ambiente representa además una
categoría social constituida por comportamientos, valores y saberes; el
ambiente —como una totalidad compleja y articulada— está conformado por las
relaciones dinámicas entre los sistemas natural, social y modificado.
Significa que abarca
tanto las condiciones externas (físicas, químicas y biológicas) como a los
propios organismos vivos y comunidades humanas que forman parte indisoluble del
ambiente.
El
valor del respeto
El respeto tiene que ver con valores, educación y derechos. Nos permite
vivir en armonía y experimentar la sensación de seguridad. Es sobre la base del
respeto que la convivencia resulta beneficiosa. Sin respeto, el futuro se torna
incierto. Estamos aprendiendo un nuevo concepto de armonía a nivel mundial.
Supera los límites de las relaciones sociales para incluir las relaciones
ecológicas. Es un gran desafío para la humanidad, y también un avance
significativo en la madurez de la especie.
Autor: Glenys Angulo