La limpieza ecológica nos exige un esfuerzo
cotidiano, al tratarse de una actividad rutinaria supone la cara o la cruz: un
gran gesto ecológico o todo lo contrario, esa es su verdadera importancia, por
eso te dejamos a continuación las ventajas para que te pases a la limpieza verde.
1- Un
hogar más saludable. Los productos de limpieza están formulados
con sustancias sintéticas y químicas que pueden tener un impacto en la salud de
quienes los utilizan y también en las personas que habitan un hogar o trabajan
en una oficina u espacio interior, por lo que es mejor no utilizarlos, ya que
las consecuencias pueden ser desde simples alergias o malestar general hasta
irritación de la piel, ojos o problemas respiratorios. Además, se desconoce el
efecto de un cóctel de partículas en la salud, y numerosos estudios asocian la
polución ambiental interior con numerosas enfermedades de distinta gravedad.
2- Un planeta cuidado. El uso de alternativas a los productos limpiadores tradicionales se traduce en un mayor cuidado ambiental. Tenemos la suerte de poder contar con productos biodegradables de bajo coste con un sinfín de usos, tan comunes como el bicarbonato de sodio o el vinagre, pongamos por caso.
La pastilla de jabón tipo Lagarto también es
biodegradable, y sirve de complemento perfecto para lavar la casa (suelos y
todo tipo de superficies), los platos o el baño. Además, el mercado nos ofrece
productos eco para usos específicos, que también nos lo ponen realmente fácil. Utilizar
formulaciones caseras o productos sin envases o con un mínimo envoltorio es más
ecológico, sobre todo porque nos evitamos su fabricación, para la que se
necesita energía, agua y también un reciclaje tras su uso.
3- La
limpieza verde es ahorro. No solo se refiere al tipo de productos
que utilicemos sino también a las buenas prácticas. Buscar la sostenibilidad es
un objetivo que lograr tanto mediante el uso de determinados productos como a
la hora de ensuciar menos o de elegir el método de limpieza más apropiado
teniendo en cuenta criterios de sostenibilidiad. Respetar las dosis indicadas y
hacer un uso eficiente (esperar hasta que podamos llenar el tambor de la
lavadora, prescindir del agua caliente si no es necesaria una desinfección,
etc.) de los aparatos para prolongar su durabilidad es otra manera de ahorrar y
ahorrarle al planeta gases de efecto invernadero, entre otros impactos
ambientales. Además de que no gastamos tanto dinero en los productos.
4- La
higiene verde es eficaz. Que los productos de limpieza que vemos
en las estanterías de los supermercados sean muy agresivos con la suciedad no
significa que por ello resulten más efectivos. De hecho, el poder desifectante
del vinagre, pongamos por caso, es comparable al de la lejía, y no tenemos que
sufrir los efectos tóxicos del cloro. Además, las dosis de uso son menores.
5- Un
hábitat más confortable. Además de los ingredientes activos de
composición química, los productos de limpieza o ambientadores tradicionales
contienen perfumes de síntesis que también polucionan el aire. Un hogar limpio no tiene que oler a química.
Muy al contrario, en este caso el concepto de limpieza debería asociarse al de
pureza, sin más. Como adorno, notas florales o herbales que provengan de la
naturaleza vía aceites esenciales orgánicos. Ese oler a limpio que se busca los
productos químicos es un efecto artificial que pasa factura a nuestra salud y
al planeta. Busquemos una limpieza verde que nos proporcione un entorno
saludable, limpio en cuanto a calidad del aire y sensación de bienestar.
Está en nuestra mano el hacer este planeta
más habitable ¡Porque ser ecológicos y poner nuestro granito de arena para un
mundo más verde es sencillo, apuesta por ello!